“Mi hijo tiene mucho hipo”
{loadposition social}
Por Teresa Guijarro Segovia, Fisioterapeuta y Osteópata, especializada en Osteopatía Infantil de Clínica VASS.
Cuando las madres llegan a mi consulta con su recién nacido suele surgir el comentario: “Mi bebé tiene hipo varias veces a lo largo del día.”
¿Qué es el Hipo?
El hipo no es más que el movimiento involuntario del diafragma, el músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. Este espasmo, provoca un cierre rápido de la glotis, lo que produce ese sonido tan característico (“hip-hip”).
¿Qué provoca el hipo en recién nacidos?
Cualquier factor que irrite el diafragma provocará esa contracción muscular, algo muy común cuando tu pequeño ha tragado aire (al comer con ansia, con una crisis de llanto, tras una regurgitación, etc.) o incluso, con un cambio de temperatura.
Los lactantes tienen esta predisposición por la inmadurez de su sistema nervioso y por su manera de ingerir los alimentos mediante la succión. Estos factores hacen que el hipo sea totalmente natural en los recién nacidos y bebés hasta que a partir de los seis meses logren una mayor maduración neurológica.
El hipo ocurre también dentro del útero y muchas madres son capaces de percibirlo durante el embarazo. Este movimiento de su diafragma en el interior del útero permite al feto producir una inspiración máxima sin aspirar el líquido amniótico.
¿Cómo eliminar el hipo?
Aunque no existe una forma única ni 100% segura de eliminar el hipo del bebé, sí que suele ser efectivo estimular la succión con tu pecho, con el biberón y especialmente con el chupete. Al provocar la succión, su estómago se prepara por un lado, para recibir los alimentos y por otro, para vaciarse.
Es cierto que muchas veces no es necesario actuar, pues igual que aparece, desaparece.
El hipo no conlleva ningún riesgo ni dolor para tu bebé y rara vez lloran por ello. Sólo debes contactar con su pediatra cuando la duración sea mayor de tres horas o el niño sufra con llanto y fiebre.