Tengo codo de tenista ¿cómo lo trato?
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Por Clínica VASS.
La Epicondilitis, más conocida como Codo de Tenista, se caracteriza por un dolor en la cara externa del codo (en la región del epicóndilo, la eminencia ósea del húmero). Los movimientos repetitivos y forzados de extensión de la muñeca y supinación del antebrazo provocan micro roturas fibrilares e inflamación en los tendones que tienen su origen en el epicóndilo. Esos pequeños desgarros, con el tiempo, generan irritación y dolor.
El dolor, si no se trata, empeora gradualmente y normalmente se irradia desde la parte externa del codo hacia el antebrazo y dorso de la mano cuando actúa el brazo. Además, se debilita el agarre.
La Epicondilitis es una variedad de tendinitis que afecta a personas que juegan al tenis o al pádel, de ahí su nombre. El golpe del revés y el del saque son los que suelen causar síntomas. Pero también hay otras actividades que implican un movimiento forzado o repetitivo de la muñeca, como escurrir una fregona, el uso de un destornillador, de una brocha o del ratón y del teclado del ordenador. Pintores, obreros de la construcción, cocineros, oficinistas, carniceros, etc, son los más propensos a desarrollar el codo de tenista.
¿QUÉ HACER? ¿CÓMO TRATAR UNA EPICONDILITIS?
– Debido al carácter inflamatorio de la lesión la primera medida que habría que tomar, es la aplicación de hielo nada más aparecer los primeros síntomas de la Epicondilitis.
– El reposo del movimiento forzado que haya causado el problema, será el segundo paso lógico. Apartado del foco que genera la lesión, esta tendría que remitir gradualmente.
– Una correcta higiene postural a la hora de realizar la actividad y/o una reeducación postural, son las medidas más efectivas en la mayoría de los codos de tenista. En esta lesión no sólo el uso forzado es el que puede provocar la lesión, sino también mal uso de la musculatura. Al corregir los vicios nocivos para las estructuras tendinosas, se disipan las posibilidades de lesión al no someterlas a tensiones exageradas.
– Disminuir el tiempo o la intensidad de la actividad y realizar descansos y estiramientos después de sesiones de actividad puede evitar que aparezca la lesión.
TRATAMIENTO DE LA EPICONDILITIS
Una vez que la Epicondilitis se ha instalado, el tratamiento más adecuado es el tratamiento manual con fisioterapia, que incluiría un programa de ejercicios y estiramientos para disminuir las tensiones musculares sobre el tendón afectado y fortalecerlo. En cuanto al uso de aparatología específica, se recomienda la onda de choque, ya que es muy efectiva en pacientes crónicos.
También se estudiaría si ha habido algún fallo en la postura o en los movimientos que han provocado la lesión para corregirlos y que no sigan generando problemas en el futuro.