Para empezar a contaros sobre la posibilidad de que nuestro bebé padezca Hipotonía Muscular debemos de comenzar explicando qué es el tono muscular.
Pues bien, el tono muscular, también conocido como tensión muscular residual o tono, es la contracción parcial, pasiva y continua de los músculos. Ayuda a mantener la postura al bebé y suele decrecer durante la fase REM del sueño.
Cuando este tono está afectado, puede haber Hipotonía (bajo tono) o Hipertonía (tono alto), es una posible alteración de los bebés recién nacidos y es importante que estemos alerta para detectarlo y así poder ayudarlos.
¿Cómo es un bebé con hipotonía?
Aunque todos los bebés nacen con Hipotonía Axial (parte central del cuerpo) e Hipertonía de los miembros superiores e inferiores, con el desarrollo muscular, esta situación se va normalizando conforme va creciendo el niño.
Sin embargo, los bebés en los que persiste la Hipotonía Muscular no consiguen mantener su tono muscular, son bebés que parecen flácidos y se sienten como si fueran «muñecos de trapo» al cargarlo. Cuando están boca arriba descansan con sus miembros extendidos de manera suelta, mientras que los bebés con tono normal tienden a tener los codos y las rodillas flexionados.
Son niños que no muestran resistencias cuando lo movemos pasivamente, cuando los ponemos boca abajo muestran la clásica postura en libro abierto: con las extremidades inferiores abiertas hacia los lados, “como una rana”, pegadas a la superficie.
Es común encontrar un deficiente control de la cabeza. La cabeza puede caer hacia un lado, hacia atrás o hacia adelante sin apenas control.
Además conforme va creciendo el niño no es capaz de mantenerse erguido sentado, voltearse o arrastrarse, y normalmente tienen problemas en la succión o masticación.
Cuando la Hipotonía persiste hay peligro de que el desarrollo del niño no sea el adecuado, que les cueste ponerse de pie, andar, e incluso hablar, ya que sus articulaciones tienen menos resistencias a los movimientos y puede ocurrir un aumento de la movilidad de las articulaciones. La Hipotonía también puede provocar malas alineaciones óseas, que pueden acabar provocando la aparición de deformidades esqueléticas.
Por todo esto es importante realizar un diagnóstico precoz ante las primeras señales de alarma de nuestro bebé.
¿Qué porcentaje de niños nace con hipotonía muscular?
Es un signo frecuente en el recién nacido y más aún en el lactante. Pero, aunque no hay cifras exactas, no es exagerado afirmar que se observa en el 2 a 3 % de los recién nacidos y lactantes. De este porcentaje, aproximadamente el 80% corresponde a Hipotonías benignas que no requieren mayores estudios y que evolucionan a la normalidad.
Recomendaciones para los padres
- La Hipotonía benigna se cura naturalmente, en este caso los niños tardan más en adquirir las habilidades motrices (mantener la cabeza, sentarse, gatear..), para evitar el retraso madurativo en nuestros hijos con Hipotonía podéis seguir estas recomendaciones:
- Jugar con nuestro bebé boca abajo lo antes posible, dejando que comience a explorar el suelo y a moverse sobre él.
- Es mejor tenerlo semi sentado que tumbado, ya que le facilitaremos que comience a interesarse por incorporarse y erguirse, ya que desde boca arriba le costará mucho y dejará de intentarlo.
- Facilitar el volteo y el rastreo, a modo de juego y con consejo de su fisioterapueta o estimuladora
- No ponerle demasiado fácil el juego, por ejemplo, si quiere alcanzar un objeto no se lo damos en la mano, se lo dejamos a una distancia a la que pueda llegar y si coge un objeto, tampoco se lo sujetamos, dejamos que el intente mantenerlo.
- Uso de chupete, para que fortalezca la musculatura orofacial.
¿Qué es la hipertonía muscular en el bebé?
Ya sabemos que la Hipertonía Muscular en el bebé es el aumento de tono muscular, pues bien, como hemos hablado antes, este es normal en el recién nacido en sus miembros superiores e inferiores y debe de ir normalizándose conforme el niño se va desarrollando. En los casos que no es así y esta Hipertonía persista, puede tener graves consecuencias.
La Hipertonía es mucho más común en bebés prematuros, pues los músculos del bebé están preparados para desarrollarse dentro de un medio líquido. Cuando maduran fuera de la madre, lo hacen de una manera diferente. Además, el bebé en la incubadora está apoyado sobre una superficie plana, boca arriba (mientras que dentro del útero se encontraba flexionado). Por estos motivos, en los bebés que nacen antes de las 32 semanas, predomina el tono de los músculos extensores.
La Hipertonía transitoria desaparece a los 18 meses. Cuando no hablamos de Hipertonía transitoria puede ser a causa de algún desajuste cerebral y para detectarlos hay varios signos de alarma.
Una de las formas en las que se pone de manifiesto este aumento del tono es por ejemplo a través del aumento de la resistencia que ofrece una extremidad cuando se le quiere mover pasivamente.
El hecho de que el músculo esté en continua contracción hace que pierda, con el tiempo, sus elasticidad, terminando en contracturas si no se tratan. Esto lleva a la presencia de malas alineaciones óseas que pueden conducir a deformidades esqueléticas (como pie equino, rodilla flexa,…)
Al igual que pasa con Hipotonía es importante detectarlo a tiempo y ponernos en tratamiento con nuestro fisioterapeuta de confianza.
¿Cómo es un bebé hipertónico?
Los síntomas más visibles de la Hipertonía en el niño son:
- Al niño se le observa en tensión, al contrario del niño hipotónico que está como un muñeco de trapo, el niño hipertónico se mantiene en tensión constante.
- Permanecen con los puños cerrados y apretados.
- Piernas en triple flexión o en extensión completa.
- Pies en flexión plantar y deditos flexionados y apretados.
- Suelen presentar fuerza en el cuello, están muy erguidos desde muy pequeños.
Recomendaciones para padres (bajo la supervisión de su fisioterapeuta)
- Realizar masajes relajantes extremidades superiores e inferiores.
- Realizar movimientos de todas las articulaciones en especial de las extremidades inferiores y superiores, el niño puede colocarse sobre una colchoneta y la facilitadora puede asistirlo moviendo cada extremidad.
- Controlar la higiene postural del niño para evitar deformidades de columna, así mismo trabajar fortaleciendo los músculos que intervienen en dicha zona.
- Estimularlo a nivel sensorial, puede valerse de algunos materiales como una esponja o una escobilla de cerdas suaves, estas deberán pasarse lentamente por las extremidades superiores e inferiores en dirección de abajo hacia arriba y viceversa.
Siempre es importante estar atentos y realizar la consulta a tiempo.
¿Qué debemos hacer ante sospecha de alteración del tono de nuestro hijo?
Es importante trasladar nuestras sospechas a nuestro pediatra para que nos orienten y faciliten el tratamiento de nuestro hijo durante toda su evolución.
El tratamiento de nuestro bebé depende de la causa, hay riesgo de que pueda ser producido por una lesión neurológica, síndrome, alteraciones genéticas, pero también por falta de estimulación en el bebé.
Así que a la hora de realizar el tratamiento hay que tener en cuenta de tratar también la causa, y para ello hay que acudir al especialista adecuado lo más pronto posible.
La fisioterapia trabaja la motricidad fina y gruesa del cuerpo, la logopedia y ortofonía para problemas de lenguaje y deglución y la estimulación sobre todo para las primeras etapas de vida.
Sabemos que es probable que la alteración del tono muscular de nuestro hijo sea transitoria pero recomendamos el diagnóstico precoz en cualquiera de los casos para evitar futuros problemas en la vida de nuestro hijo.
Por Diana Martínez, fisioterapeuta infantil de Clínica VASS