En muchas ocasiones me encuentro en consulta a padres desesperados por el llanto de sus bebés, que no saben bien qué es lo que les está pasando. Con este artículo quiero dejar claras las diferencias entre el Cólico del Lactante y el Reflujo «no patológico» que se pueden dar durante las primeras semanas de vida. También pretendo que los padres tengan una idea de lo que le pasa a su bebé si sufren los síntomas de estos trastornos y puedan actuar rápidamente para aliviarles.

Cólico del lactante

El cólico del lactante es un trastorno gastrointestinal que pueden sufrir los bebés durante los tres primeros meses de vida, debido principalmente a la inmadurez en su sistema digestivo. Sus principales síntomas son:

  • Llanto constante y desconsolado durante más o menos tres horas al día, todos los días y siempre en el mismo horario. Si se coge en brazos al bebé se calmará, pero pronto volverá a llorar.
  • El niño parece sufrir un dolor agudo en la barriguita, y lo manifiesta encogiendo y estirando las piernas.
  • La carita del niño se pone roja, y las manos y pies fríos. La barriga está dura e hinchada.
  • El bebé con cólicos normalmente sufre sobresaltos durante el sueño.

Reflujo «no patológico»

El reflujo no patológico (o menos grave) se trata de un trastorno que hace que el alimento y los ácidos del estómago suban por el esófago hasta la garganta y la boca. Sus principales síntomas son:

  • El bebé suele hacer ruidos con la boca, como si tuviese algo dentro de la garganta.
  • El bebé se estira y arquea la espalda poniéndose rígido, deja de comer y mueve de un lado al otro la cabecita. Suele ocurrir cuando está tomando el pecho o biberón. Como el bebé deja de comer durante la toma, se queda con hambre y pide comida al poco tiempo, por lo que los padres tienen la sensación de que el niño come constantemente.
  • La parte de atrás de la lengua del bebé está manchada de leche cortada.
  • El bebé tiene hipo frecuentemente.
  • Cuando el bebé está tumbado boca arriba se muestra muy inquieto y mueve mucho los brazos y las piernas. En cuanto se le corrige esa postura el bebé se calma.

Cuando tu bebé sufra estos síntomas debes acudir a un especialista en osteopatía infantil (te aconsejamos Terapia Distal) donde con suaves masajes y fricciones tratarán al niño y enseñarán a los padres algunos ejercicios beneficiosos para que los trastornos digestivos del bebé desaparezcan.

Logo Vass 512x512

Suscríbete a nuestro boletín de noticias

Recibe en tu correo las recomendaciones de nuestro especialistas y las últimas novedades de la Clínica

Te has suscrito correctamente