Programa Crecer Bien

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Evaluación de los 12 a los 18 meses.

En esta etapa ampliamos la evaluación con la valoración de las relaciones óseas craneales en relación a los pares craneales, sincronismos de los movimientos intracraneales, y simetrías en relación a los movimientos fasciales. De forma más sencilla, podemos añadir que nos fijaremos en la capacidad de reptar, gatear, andar y de ubicación en el espacio.

Como en etapas anteriores, nos fijaremos también en los siguientes parámentros de valoración:

Impulso Rítmico Craneal.

– Calidad del impulso rítmico craneal.
– Velocidad del impulso rítmico craneal.
– Cadencia del impulso rítmico craneal.

Parámetros tensionales.

Alineación de los huesos del cráneo
Los diferentes puntos de tensión de los huesos del cráneo para la predisposición lesional.

– Plagiocefalia.
– Braquicefalia.
– Escafocefalia.
– Patologías asociadas.

Parámetros de tipo compresivo.

Las compresiones de algunas zonas del cráneo hacen que pueda existir alteración en alguno de los 12 pares nerviosos craneales.

– Olfatorio.
– Óptico.
– Motor ocular común.
– Patético.
– Trigémino.
– Motor ocular externo.
– Facial.
– Auditivo o vestíbulo coclear.
– Glosofaríngeo.
– Espinal accesorio.
– Neumogástrico.
– Hipogloso.

– Compresión Cráneo-cervical.
– Compresiones vertebrales.
– Compresiones articulares periféricas.

Parámetros de movilidad y de tipo de movimiento.

– Craneal.
– Vertebral.
– Articulaciones periféricas.

Parámetro de respuesta a la palpación o al punto de presión.

Procesos digestivos como estreñimiento, diarrea, colon irritable o reflujo.

– Aparato digestivo.

Peristaltismos intestinales.
Movimientos involuntarios viscerales.
Movimientos involuntarios coordinados y equilibrados.

– Diafragma.

Estabilidad.
Centro frénico.
Epigástrio.

Estabilidad y movimiento de la columna vertebral.
Curvaturas fisiológicas.

– Cambio cráneo-cervical.
– Cervicales.
– Cambio cervico-dorsal.
– Dorsales.
– Cambio dorso-lumbar.
– Lumbares.
– Cambio lumbo-sacral.
– Sacro.

– Valgo, varo de las extremidades.

Fuente: Clínica VASS