Programa Postparto O’Colo
El puerperio post hospitalario es otra de las fases que más descuida la madre ya que, como es lógico, solo está pendiente de su bebé.
Para nosotros lo más importante es el bienestar de la madre,
ya que, cuanto mejor esté ella,
mejor será la situación en el seno familiar y más disfrutará cuidando de su bebé
La lactancia, la falta de descanso, las posturas complicadas que en muchas ocasiones adopta la madre a lo largo del día… todo esto más las lesiones y disfunciones articulares, musculares y viscerales producidas en el embarazo y en el parto podrían hacer, en el mejor de los casos, que la calidad de vida sea mala sin necesidad.
No es necesario estar aguantando molestias, dolores y sensaciones desagradables… pudiendo ponerle solución.
1. Evaluación y tratamiento del suelo pélvico con Fisioterapia Obstétrica
· Incontinencia urinaria, molestias locales específicas y también focales.
2. Evaluación y normalización con Osteopatía Puerperal
· Normalización vertebral, paravertebral y de las articulaciones periféricas en lesión.
3. Evaluación y normalización de tejido blando
· Masaje Neuromuscular, técnicas de masaje profundo descontracturante.
· Drenaje linfático con técnicas que hacen que se resuelvan las situaciones edematosas en extremidades inferiores y abdomen.
4. Evaluación y tratamiento en las diástasis abdominales
5. Evaluación y normalización de zonas adormecidas y con falta de sensibilidad
· Disfunciones parestésicas.
6. Evaluación y normalización de zonas con pérdida de fuerza y sensibilidad
· Disfunciones motoras
7. Evaluación y normalización de zonas de dolor referido, compromiso radicular
· Compresiones nerviosas que afectan a algún nervio y hace que el dolor se refiera por el tracto de propio nervio, por ejemplo el dolor ciático o ciatálgia. A veces este tipo de disfunción se debe a alguna hernia de disco.
8. Evaluación postcesárea
Evaluación y tratamiento de la cicatriz y restablecimiento uterino y visceral.
Las evaluaciones con Osteopatía Neonatal en el recién nacido se realizan a partir de las 24 horas de haber nacido hasta las cuatro o cinco semanas de edad.
Estas evaluaciones se realizan para tener la seguridad de que la formación del pequeño está evolucionando con normalidad, que no se ha producido ninguna predisposición lesional en el embarazo y que la posición que ha tenido en su vida intrauterina no ha generado ninguna lesión articular en potencia, para así, en el caso de detectar cualquier anomalía o disfunción en él, podamos ponerle remedio.