¿Quieres sabes más sobre la condropatía rotuliana y cómo tratarla?

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Por Clínica VASS.

La condropatía rotuliana es una dolorosa alteración degenerativa del cartílago que tenemos en la parte de atrás de la rótula, que es el hueso frontal de la rodilla. Se diagnostica por artroscopia y es muy común entre los 30 y los 50 años, niños, deportistas y personas sedentarias. Una de sus afecciones principales es el fuerte dolor cuando se dobla la rodilla, siendo los motivos principales de su aparición la reiteración de movimientos de rodilla, sobrepeso, factores hormonales, problemas con el menisco o artritis entre otros.

 

PERO EXACTAMENTE, ¿QUÉ ES LA CONDROPATÍA ROTULIANA?

Estamos hablando de una de las lesiones más comunes en la actualidad, pero se puede confundir con multitud de procesos que causan dolor en la rodilla. Su diagnóstico mediante exploración física es muy difícil de distinguir y la resonancia magnética no es sensible a las lesiones incipientes. Además, al cartílago no le llega ningún nervio, con lo que las alteraciones cartilaginosas relacionadas con la condropatía no presentan en principio ningún dolor. Este aparece cuando la lesión está tan avanzada que afecta a los huesos. El diagnóstico definitivo de Condropatía Rotuliana se hace por artroscopia (visión directa del cartílago). Entre la dificultad de diagnosticarlo y el retraso en la aparición de síntomas, cuando se detecta ya está avanzada la lesión.

Es muy común en la tercera y cuarta década de vida, en niños y adolescentes de crecimiento rápido, deportistas (en especial entre corredores de maratón), personas sedentarias que sobrecargan la articulación y más en mujeres que en hombre (posiblemente por la presencia de mayor anchura pélvica y el uso de tacones).

Hay una confusión con Condropatía y Condromalacia. Si bien el segundo es más común y hace referencia a cualquier dolor anterior de la rodilla, el término Condropatía hace referencia concreta a la lesión del cartílago, que es a lo que nos vamos a referir en esta sección.

Es muy característico de la condropatía rotuliana que los dolores aparezcan cuando se dobla intensamente la rodilla (al subir escaleras o ponerse en cuclillas), al levantarse después de haber estado mucho tiempo en reposo (sentado en la oficina), al bajar cuestas, por la noche o después de haber mantenido doblada la rodilla mucho tiempo al dormir. Esos dolores son más o menos fuertes según el grado de alteración del cartílago. Hay 4 grados, siendo el I el más leve, con un reblandecimiento del cartílago y el IV el más grave, con la pérdida del espesor total del cartílago.

 

¿POR QUÉ PODEMOS SUFRIR DE CONDROPATÍA ROTULIANA?

Hay muchas causas que pueden generar en una condropatía rotuliana:

• Movimientos repetidos de la rodilla que provoquen compresión del cartílago o fuercen la articulación (correr, saltar, girar, etc)
• Una estructura que provoque una mala alineación de la rodilla o de la posición de la rótula (pie valgo o plano, una rodilla con hiperextensión (genu recurvatum), pronación del pie excesiva, etc.).
• Insuficiencia de la vascularización del hueso bajo el cartílago.
• Factores hormonales, genéticos, de edad, etc, que facilitan la degeneración del cartílago.
• Obesidad.
• Problemas en el menisco.
• Mal funcionamiento de la musculatura del muslo o de los ligamentos de rodilla.
• Artritis, Gota u otras enfermedades reumatológicas.
• Una dieta alimenticia muy ácida.
• Una inmolización mantenida que bloquea la nutrición del cartílago y fomenta la acumulación de cuerpos dañinos.
• Situaciones de dislocación o fractura.
• Tensiones laterales en la musculatura de la pierna que desplaza la rótula de su posición.

 

¿QUÉ PUEDO HACER PARA EVITAR TENER CONDROPATÍA ROTULIANA?

Como puede ver, no hay una causa única y tampoco hay una medida preventiva directa para que no aparezca la condropatía rotuliana, pero si hay muchas cosas que podemos hacer para reducir las posibilidades:

• Lo primero es muy importante no sobrecargar la rodilla.
• Bajar de peso si hay sobrepeso.
• Fortalecer los músculos de la pierna.
• Estirar cuádriceps y corvas.
• Al hacer ejercicio, evitar los deportes o movimientos que obliguen a caídas sobre la rodilla; correr cuesta abajo o en superficies duras tipo cemento; bajar la cantidad de deporte que se hace si es excesiva; asegurarse de que el calzado es adecuado, ajusta bien y tiene una buena amortiguación; protegerse con rodilleras y realizar períodos de descanso y estiramiento.
• Hay deportes de mantenimiento que mantienen en reposo la rodilla y pueden ayudar como montar en bicicleta o nadar a crol (no a braza, porque hay una microrotación en la patada).

 

TENGO CONDROPATÍA ROTULIANA, ¿QUÉ TRATAMIENTO ES EL MÁS ADECUADO?

El tratamiento que puede recibir en Clínica VASS  puede ser tanto de Fisioterapia como de Osteopatía.

El tratamiento manual sirve para potenciar la propiocepción y la musculatura atrofiada (poniendo especial atención a cuádriceps, isquiotibiales y glúteos) y relajar la tensión tendino-muscular que pueda tener la pierna. Si hubiera inestabilidad en las articulaciones y/o un exceso de pronación en el pie se pueden corregir. El uso de vendaje funcional y Kinesiotape ayuda a mejorar el funcionamiento y reducir el dolor. Con Fisioterapia de Rehabilitación además se puede añadir electroestimulación. En el caso de que los terapeutas lo consideren adecuado y siempre que no hay evolución de los síntomas mediante el tratamiento manual, pueden sugerir al paciente una consulta médica para que se valore si la lesión es apta para ozonoterapia e infiltraciones con Factor de Crecimiento Plaquetario.

 

En este video de Clínica VASS te enseñamos unos ejercicios muy sencillos y eficaces para mejorar nuestra calidad de vida en el caso de sufrir esta lesión.