Reflexoterapia Podal
La Reflexoterapia Podal es una terapia natural que puede ayudar al tratamiento de ciertas enfermedades por medio de masajes en determinados puntos de los pies o en las manos, con el fin de estimular capacidades curativas del organismo.
La Reflexoterapia Podal se define como una técnica terapéutica que se basa en la creación de ciertos reflejos condicionados para modificar algunas funciones alteradas.
El reflejo se origina en un receptor especifico, la piel. La presión que ejercemos con el masaje, sobre la terminación nerviosa, es el Estímulo. Se trasmite por vía neural originando una respuesta que puede traducirse en una relajación o contracción muscular, orgánica o glandular, y dará lugar a una normalización de las funciones alteradas.
- ¿Qué efectos tiene?
- ¿Qué beneficios tiene?
- ¿Cómo es una consulta?
- ¿Qué patologías se pueden tratar?
- Liberar tensiones
¿Qué efectos tiene?
Con la Reflexoterapia Podal se produce el intercambio de fluido necesario para mantener nuestra armonía, desbloqueando y desentumeciendo los pies, activando la circulación sanguínea y linfática, liberando la tensiones acumuladas en la terminaciones nerviosas, las contracturas musculares, y al mismo tiempo limando sus asperezas de un modo natural, además de renovar nuestra energía vital.
Mediante el masaje todas las sustancias de desecho van siendo progresivamente reducidas a partículas más pequeñas, de tal forma que pueden ser recogidas por los capilares, y, según el caso, incorporarlos al fluido sanguíneo o linfático. También puede tratarse de nutrientes o principios activos que se encuentran retenidos, pero que son necesarios para realizar funciones vitales, pero que si permanecen acumulados en los pies no pueden ser utilizados por el cuerpo. A través del masaje se mejora la redistribución de estas sustancias a todo el organismo.
La Reflexoterapia Podal estimula la transmisión nerviosa, debido a la limpieza de las toxinas y residuos catabólicos y metabólicos, quedando liberada la red periférica de los tejidos.
La información procedente de nuestros pies entra en el sistema nervioso central, a la altura de la zona lumbar sacra. De igual forma, se trasmiten las órdenes procedentes de centros superiores con destino a nuestros pies, pero si existen bloqueos la interconexión queda truncada, produciéndose dificultades en el equilibrio eléctrico del cuerpo, lo que conlleva un desajuste bioquímico de nuestro medio interno y externo.
¿Qué beneficios tiene?
La reflexología aplicada en los pies es una terapia que nos puede ayudar tanto a prevenir diferentes síntomas y dolencias como para conseguir un equilibrio físico y mental. A continuación cito algunos de los beneficios generales que podemos conseguir con la reflexología podal:
- Es relajante.
- Alivia el estrés.
- Activa la circulación sanguínea.
- Afloja las contracturas.
- Mejora la calidad del sueño.
- Activa el sistema inmunológico.
- Favorece mecanismos de depuración y eliminación de toxinas.
- Equilibra los distintos sistemas.
¿Cómo es una consulta de Reflexoterapia Podal?
En la Reflexoterapia Podal se comienza “moviendo” al paciente con el objetivo de que empiece a liberarse de sus contracturas, quistes emocionales, tensiones… Este ejercicio tiene la finalidad de desbloquear todas las articulaciones con movimientos suaves y acompasados. Es como aflojar las tuercas que las fijan y que en muchas ocasiones están oxidadas o pasadas de rosca. Lo que busca el terapeuta es precisamente quitar tensiones y lubricarlas.
Una vez finalizada esta primera aproximación al paciente, se realiza un calentamiento en los dos pies con la intención de transformarlos en algo dúctil y maleable. Para el terapeuta, los pies se transforman en algo similar a la cera de una vela, algo que se puede moldear y retocar.
En este calentamiento se hacen lo que en Reflexoterapia Podal se denomina, las “líneas metaméricas”, estimulando las terminaciones nerviosas, de forma muy suave, para que estén receptivas al tratamiento.
¿Qué patologías se pueden tratar con Reflexoterapia Podal?
A través de la Reflexoterapia podal podemos tratar innumerables patologías, aunque siempre encontraremos algunas más frecuentes en la consulta:
Estados de estrés, ansiedad y desequilibrios en la conciliación del sueño.
Retención de líquidos, piernas y pies hinchados.
Desequilibrios hormonales en general, problemas menstruales, menopausia, etc…
Problemas gastrointestinales, estreñimiento, malas digestiones, gases…
Problemas respiratorios, sinusitis, catarros, etc..
Después de esta estimulación, de nuevo se vuelven a mover los pies y se realiza una “descompresión diafragmática” que se puede traducir como una apertura de la línea que separa el consciente del subconsciente. Con ella se consigue que el paciente empiece a liberar tensiones, traumas, shocks interiorizados desde hace tiempo (incluso desde la infancia). Esta liberación se hace a través de los sueños, de forma onírica, y es una de las consecuencias más llamativas de la Reflexoterapia Podal, el paciente duerme mejor y cuando lo hace, sueña y se libera de tensiones acumuladas.
Una vez más se vuelven a mover los pies y se comienza a tratar el sistema nervioso central para conseguir en este momento una completa relajación del paciente. Esta agradable sensación le acompañará durante toda la sesión. Es habitual que a partir de este momento, el paciente se quede completamente dormido.
A continuación, y de forma sistemática, se trabajará el sistema endocrino, urinario-genital, digestivo, linfático y drenaje, órganos de los sentidos, sistema cardio-respiratorio, la columna vertebral y todo el sistema esquelético en cada uno de los pies. En ambos pies se realizarán una técnicas ventilatorias para que el paciente respire mejor y se libere de posibles ansiedades.
Para acabar la sesión de Reflexoterapia Podal se realiza un equilibrado energético y de temperatura y se acaba cerrando el plexo solar.
Antes de levantarse, y una vez finalizada la sesión, es conveniente que el paciente se relaje durante un par de minutos antes de levantarse.
Una sesión de Reflexoterapia Podal es una experiencia sorprendente, pero no lo son menos sus efectos, tanto los inmediatos como los que el paciente irá descubriendo poco a poco en su propio cuerpo y en su sensación de bienestar.
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