Reiki: equilibrio físico, mental y emocional
Reiki es una técnica de sanación creada por el Maestro Mikao Usui en el año 1922 y significa “Energía Universal”.
Consiste en la imposición de manos en ciertos puntos del cuerpo de importancia, puntos energéticos, meridianos y chacras.
Se trabaja canalizando la energía Universal, todas las personas disponemos de un cuerpo o campo energético, que en muchos casos se encuentra en desequilibrio o desorganizado, provocando en nuestro organismos enfermedades y desequilibrios, tanto físicos como emocionales. A través de la armonización y canalización conseguimos que este campo energético se equilibre, dando lugar a un estado de paz y armonía en todo nuestro organismo.
Para entenderlo de una forma fácil y sencilla pongamos un ejemplo:
Cada vez que sentimos dolor llevamos nuestras manos a esa parte del cuerpo para aliviarnos, de una forma inconsciente sabemos que muestras manos aliviarán esas molestias y eso sucede gracias a nuestra capacidad de autocuración. Más o menos de esta manera funciona el Reiki, aunque se aplica de una forma un poco más específica, trabajando a su vez con símbolos Universales y zonas cuidadosamente estudiadas…
El Reiki trata a la persona de manera holística, como un todo, con la premisa de que un cuerpo enfermo nos está queriendo decir que también a otros niveles hay algo que no está funcionando del todo bien.
En las sesiones de Reiki, se puede tratar cualquier desequilibrio tanto físico como emocional, porque se trabaja con la energía vital de la persona y la energía Universal, sin existir contraindicaciones importantes.
La persona, a través de esta canalización, va a desbloquear síntomas físicos y también emocionales, lo que le llevará a ser más consciente del problema o desequilibrio que atraviesa, sucediendo así los cambios que necesite experimentar.
Durante la sesión la persona permanecerá tumbada con los ojos cerrados y relajada, mientras el terapeuta trabaja en esas zonas energéticas. Posteriormente a la sesión se debe ingerir gran cantidad de agua y descansar todo lo posible, estando atentos y conscientes a los cambios que se vayan produciendo en el cuerpo.
¿Qué es el Reiki?
El método Reiki es una técnica que trabaja con energías canalizadas por el terapeuta a través de la imposición de manos.
Esta terapia energética está basada en técnicas muy antiguas que se practican desde hace siglos. Su origen está en Japón, aunque técnicas similares al Reiki ya se usaban en otras culturas desde tiempos ancestrales.
La ENERGÍA, que es el concepto sobre el que se mueve esta práctica, recibe varios nombres según la cultura en la que usara habitualmente: en la India la llamaban Prana, en china Chi y en Japón Ki. Incluso en la Grecia y Roma clásicas existen textos descriptivos sobre terapias de imposición de manos.
El Reiki trabaja sobre los chakras, los principales centros energéticos del cuerpo, íntimamente relacionados con los principales órganos, sistemas y glándulas del cuerpo humano.
Según el maestro de Reiki Hiroshi Doi, el Reiki es “un método terapéutico que corrige los desequilibrios físicos y psíquicos mediante la utilización tradicional de la energía, del Ki”. Su objetivo es alcanzar el equilibrio del cuerpo y reforzar su capacidad de autosanación y recuperación, trabajando tanto a nivel físico como a nivel emocional e incluso espiritual.
El simple acto reflejo de poner las manos en zonas aquejadas por un dolor o traumatismo, como si buscáramos reducir el dolor y aliviar la zona dañada es un ejemplo de cómo todos llevamos en el subconsciente el instinto de curarnos y protegernos con nuestras propias manos. El Reiki es la herramienta que busca canalizar y usar esta energía de la forma más beneficiosa posible para el paciente.
Es importante saber que el Reiki no está reconocido por la medicina tradicional y que no hay estudios científicos que avalen la eficacia de su práctica. Sin embargo, es cada vez más habitual encontrarlo en hospitales como terapia complementaria al tratamiento de pacientes.
Como muestra de ello, podéis ver este vídeo:
¿Cómo es una consulta de Reiki?
Idealmente, el paciente recibe el tratamiento tumbado sobre la camilla, en una posición cómoda que favorezca su relajación. Lo recibe vestido, sólo necesita quitarse los zapatos para estar más relajado.
El terapeuta canaliza la energía Reiki y la transmite al paciente mediante la imposición de manos. Normalmente, se hace un tratamiento completo, desde la cabeza hasta los pies, trabajando la apertura y reequilibrio energético de los siete chakras principales, aunque en ocerimenta siones dependiendo de la patología, problema o situación específica del paciente, se enfatiza una zona determinada.
Tras una sesión de Reiki, el paciente experimenta una profunda sensación de bienestar, relajación y “paz”. Durante la sesión el paciente puede sentir calor y vibración (percepción de la energía). La sensación general más común después del tratamiento con Reiki es sentirse “desbloqueado” y aliviado.
El tratamiento suele durar en torno a 50 minutos-1 hora, aunque puede variar según las necesidades del paciente.
¿Qué se puede tratar con Reiki?
El Reiki es adecuado como terapia complementaria para todo tipo de enfermedades, ya que al trabajar sobre niveles muy profundos, va a la “raíz del problema”, por lo que al conseguir “desbloquear” al paciente mediante la canalización de energía, potencia la propia capacidad de “autosanación” del paciente. El Reiki es efectivo en sí mismo y como complemento a cualquier otro tratamiento o terapia.
Está especialmente indicado para casos de estrés, cansancio crónico y/o agotamiento. Es muy efectivo también en el caso de dolores concretos, como migrañas o cefaleas. Funciona también muy bien como refuerzo del sistema inmunológico y, por tanto, en el tratamiento del asma, etc.