¿Qué es la ATM o articulación Temporomandibular?
El juego articular que conforma lo que comúnmente denominamos “la mandíbula” se llama Articulación Temporomandibular o ATM. Está conformada por la Cavidad Glenoidea, el Hueso Temporal, el Cóndilo de la Mandíbula, el Menisco Interarticular (que se encuentra entre hueso y cóndilo) y los Músculos involucrados en la Masticación. Los músculos de la mandíbula son extremadamente fuertes ya que una de sus funciones principales es la de prensar. Entre las funciones de la mandíbula hay dos principales que son:
- La masticación, que es una de las más importantes de la cavidad bucal,
- La de sostener nuestra la cabeza. Por ello hay una estrecha relación entre las cervicales y la ATM y las lesiones de uno influyen en el otro.
Las causas de la tensión en la mandíbula:
La tensión en la ATM puede deberse a distintas circunstancias tales como:
- Lesiones congénitas.
- Lesiones en la mandíbula por golpes fuertes.
- Hábitos como el de rechinar los dientes, masticar chicle, morderse los labios o las uñas.
- Problemas en la mordida.
- Artritis, falta de piezas dentales, artrosis reumatoide.
- Bruxismo y gingivitis.
- Estrés, traumas y problemas emocionales.
El 90% de los pacientes que acuden a consulta con problemas de tensión en la mandíbula lo hacen por estrés o problemas emocionales. Por ello, al comenzar la consulta los terapeutas deben indagar en las posibles causas del trastorno, ya que será una de las claves de la desaparición de la dolencia. No hay una edad definida en la que aparecen los trastornos en la ATM, los pueden sufrir desde niños a personas de avanzada edad.
¿Cuáles son las manifestaciones del trastorno en la ATM?
Lo normal es que al tener un trastorno en la Articulación Temporomandibular es la aparición de dolor en la mandíbula, frente, sienes, nuca, dientes, lengua, paladar, oídos, dolor periarticular (alrededor de la articulación), en el pómulo o los oídos (de forma aislada en cada una de estas partes o en varias de ellas al mismo tiempo). También se pueden sufrir cefaleas o dolor en el cuello. Una ATM tensa puede no permitir abrir la boca en su totalidad o generar chasquidos meniscales al hacerlo. Hoy en día es muy normal encontrar mandíbulas tensas dado el alto nivel de estrés al que estamos sometidos. Esto puede provocar bruxismo diario, nocturno o ambos, y problemas de sueño, ya que el ATM está relacionado con el sistema de alerta del cuerpo que nos prepara para sobrevivir, luchas o huir.
¿Cómo se detecta un trastorno en la mandíbula?
La palpación directa sobre la zona es la manera que el terapeuta tiene para determinar la existencia del trastorno. Es fácilmente detectable porque la mandíbula suele estar lateralizada, puede haber arrastres de tensiones que se dirigen a la zona que está tensa y apertura con lateralización de la boca (zigzagueo).
¿A quién debemos acudir si tenemos un trastorno en la ATM?
Dependiendo de la causa que genere el trastorno en la ATM se debe acudir a diferentes especialistas. Si las causas son el bruxismo, la falta de piezas dentales, problemas en la mordida o gingivitis se debe acudir al dentista. Si el trastorno se debe al estrés, problemas emocionales o traumas se debe acudir al psicólogo. En cualquier caso es muy recomendable acudir al osteópata estructural (cervical y craneal) para aliviar la tensión en la mandíbula mediante terapia manual.
¿Qué podemos hacer para relajar la ATM?
Con unos simples ejercicios podemos relajar la musculatura de la mandíbula y evitar una posible lesión. Estos ejercicios han de realizarse con la boca ligeramente entreabierta un par de veces al día, una al levantarse y otra al acostarse:
- Aplicar masaje circular con dos dedos en la zona de la musculatura de la mandíbula justo debajo del pómulo.
- Realizar pequeñas presiones mantenidas en la misma zona.
- Continuar con los masajes subiendo por la zona de las sienes y por encima de las orejas.
- Movilizar la mandíbula de forma lateral.
- Echar la mandíbula hacia adelante.
Por Mari Cruz Sánchez, Osteópata Estructural e Infantil de Clínica VASS.
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