La Capsulitis Adhesiva comúnmente llamada Capsulitis (u hombro congelado) es una afección en la que el hombro duele y se pierde la capacidad de moverlo en cualquier dirección debido a la inflamación. El término “hombro congelado” hace referencia a la rigidez que puede desarrollarse en esta articulación pero el término más adecuado es Capsulitis Adhesiva.
Esta afección aparece cuando el tejido conectivo que rodea la articulación del hombro (llamada cápsula articular) se inflama, provocando una disminución progresiva del rango de movimiento del hombro. El hombro no tiene que doler al moverse. Si en alguno de los grados de movimiento hay dolor o rigidez, es por un motivo y puede ser un síntoma de Capsulitis.
Muchas veces esta inflamación es de origen desconocido, no hay factores determinantes claros, aunque hay factores de riesgo como procesos inflamatorios, enfermedades de tipo endocrino, autoinmune o sistémicas, lesiones o traumatismos en el hombro, etc.
Las quejas de dolor o de limitación del movimiento son difíciles de evaluar porque muchas afecciones del hombro tienen esos mismos síntomas. Es fundamental un diagnostico rápido y preciso para evitar la evolución de la rigidez.
Causas de la Capsulitis Adhesiva
Muchas veces esta inflamación es de origen desconocido, no hay factores determinantes claros, aunque hay factores de riesgo:
- Procesos inflamatorios.
- Enfermedades previas de tipo endocrino, autoinmune o sistémicas (diabetes, problemas de tiroides, etc.)
- Problemas en los discos cervicales del cuello.
- Lesiones o traumatismos en el hombro.
- Cirugías en el hombro o a corazón abierto.
- Cambios hormonales (como los de la menopausia).
El dolor de hombro es la tercera causa más frecuente de discapacidad músculo esquelética (después del dolor lumbar y de cuello). Hay más incidencia en personas a partir de 50 años y en especial en las mujeres (la edad media de inicio son 52 años para las mujeres y 55 para los hombres). Los pacientes de diabetes tipo 1, tienen un riesgo de aproximadamente el 40% de desarrollar capsulitis adhesiva. Hay un porcentaje del 14% en pacientes que teniendo la capsulitis adhesiva activa en un hombro, se afecta el otro.
Tratamiento de la capsulitis
Una vez diagnosticada la Capsulitis por su médico, el tratamiento que suele recomendarse es una rehabilitación con fisioterapia de carácter inmediato. En Clínica VASS adecuamos el tratamiento a la fase en que se encuentra la lesión y recomendamos que sea intenso y con una alta frecuencia (en algunos casos incluso diario). El objetivo es recudir el dolor y mantener el rango articular del hombro, tanto con aparatología como con técnicas manuales. Pero hay más:
- Se utilizan maniobras suaves y lentas para estirar la cápsula, mejorar las cicatrices que hayan podido generarse y devolver el equilibrio al complejo del hombro (los movimientos energéticos están contraindicados).
- Se presta atención a las estructuras que colaboran en el movimiento del hombro, como la columna cervical.
- Se usa calor terapéutico (parafina, infrarrojos, etc.) y crioterapia (frío) para tratar la inflamación anestesiar, calmar el dolor y relajar la musculatura.
- Se fortalece la musculatura.
- Se trabaja la propiocepción.
- Se elastifican los tejidos.
- Se facilitan ejercicios de movilización y estiramiento para que el paciente realice en casa como complemento al tratamiento.
- Se potenciará la higiene postural para tratar de evitar reincidencias.
Recomendaciones
Es fundamental que se siga las recomendaciones de los terapeutas en cuanto a las actividades que realice el paciente y que pueda agravar la lesión, así como respetar los reposos marcador.
Por ejemplo, mientras esté en tratamiento, usted debe evitar:
- Movimientos o gestos en que la mano esté por encima de la nariz.
- Movimientos repetitivos o de torsión del brazo.
- Cargar, levantar o empujar pesos.
- Deportes donde se lleve el brazo hacia atrás y arriba (nadar a crol o espalda, baloncesto, tenis, etc.)
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