Emociones en el útero materno
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Por Laura Hernández, fisioterapeuta especializada en Suelo Pélvico y Uroginecología de Clínica VASS.
«Todos somos producto de nuestra historia de desarrollo en el útero materno» (Vivette Glover)
¿Realmente los bebés sienten en el útero materno? ¿Cómo les puede influir el estado emocional de la madre? ¿Nos influyen estas emociones a lo largo de nuestra vida?
El estrés de la madre llega al bebé
La Psicobióloga Vivette Glover ha realizado numerosos estudios en los que se ha podido comprobar que el estado emocional de la madre influye al feto. En concreto, ella ha centrado su estudio en el cortisol (la hormona del estrés) y ha comprobado que atraviesa la barrera de la placenta y llega al bebé.
Vivette Glover afirma que niveles elevados de cortisol en el líquido amniótico es el que produce el daño. En su estudio contó con 14.000 mujeres embarazadas a las que monitorizó durante todo el embarazo, midiendo los niveles de ansiedad y estrés y luego se hizo un seguimiento durante años de los niños que nacieron. Se observó que las madres más estresadas duplicaban la probabilidad de tener un hijo con déficit de atención o hiperactividad, además de ser más ansiosos y tener más problemas de conducta.
Bienestar emocional de la embarazada
Somos el resultado de nuestro desarrollo físico, pero también del emocional que hemos vivido en el útero materno. Hoy en día nadie puede dudar que los fetos sienten y experimentan y todas esas sensaciones llegan a través de la madre. Sin embargo, a pesar de la importancia de este hecho, poco tenemos en cuenta el bienestar emocional de la madre. Se nos anima a estar guapas y a cuidar nuestro cuerpo pero nos olvidamos con frecuencia de conectarnos física y emocionalmente con nuestro bebé.
El embarazo es una etapa controlada médicamente, con pruebas que vigilan el bienestar emocional del feto, pero nada nos dicen del bienestar emocional de la madre y sus consecuencias para el feto. Lo cierto es que esas emociones, sensaciones y hasta pensamientos dejan su «impronta» en el bebé, tanto en lo positivo como en lo negativo. Así lo demostró Chamberlain en su estudio «Reliability of birth memory: observation from mother and child pairs in hipnosis»[1].
Mediante técnicas como la hipnosis o la liberación somatoemocional, se ha podido comprobar cómo podemos dar detalles de lo que sentíamos en el útero o, incluso, en nuestro parto y en algunas situaciones podemos sentir el miedo, incertidumbre, la presión de unos fórceps, la ansiedad y el estrés de nuestra madre. Esa información se va quedando en nuestros tejidos y puede determinar nuestra manera de ser, de relacionarnos con el mundo y de actuar en nuestra vida.
La terapia cráneo sacral
Debemos potenciar el bienestar emocional de la embarazada y colaboraremos en gran medida en la felicidad de las madres y los bebés. La terapia cráneo sacral es de gran utilidad, ya que con técnicas muy sutiles y nada invasivas nos ayuda a eliminar bloqueos físicos y emocionales colaborando en gran medida en el mantenimiento de nuestra salud y en la de nuestros bebés. Sería aconsejable realizarla inmediatamente después del nacimiento, especialmente si el parto ha sido traumático o difícil, y/o en el embarazo si este es complicado o la madre esta inestable emocionalmente.
[1]Chamberlain, D.B., «Reliability of birth memory: observations from mother and child pairs in hypnosis», Journal of Prenatal and Perinatal Psychology and Health, 14(1-2),1999, 19-30.